jueves, 17 de noviembre de 2011

UN CARA A CARA...INTERESANTE

Se abren las puertas y entran con semblante inexpresivo. Una lluvia de enfurecidas luces fugaces les ciegan. Ellos lanzan una mueca, casi sonrisa. Por dentro, nervios. Trajes oscuros y discursos muy medidos. Hay mucho que perder. En frente el uno del otro, lo único que tienen en común es el color de la corbata, o esa amplia experiencia de perros viejos en escenario más o menos nuevo.
¡Cuántas veces se han encontrado en los pasillos! Pero no son amigos.
En las televisiones, radios, periódicos, un mar de información desde antes del minuto 1. Sabemos hasta lo que han comido, ¡suerte que no conocemos lo que desechan los angelitos!
Y comienza el debate.
Departe primero Rubalcaba y desde el sofá, como otros tanto millones de españolitos, tanteo a ver si aciertan con un discurso interesante.
Pasa un rato y estoy enganchada… No se lo creerán, ¡hasta me río! Escucho intrigada cómo se refutan e interrogan y analizo la estrategia de cada uno. Juego a anticiparme al siguiente argumento, como si fuera yo quien construye el discurso. Llega la primera pausa y corro por los canales para escuchar el balance del primer “round”. La pregunta del millón es quién va tomando la delantera.
Comienza el circo de servilismos que mana a borbotones de las gargantas tertulianas. No sé cómo decirles, si hablásemos de un color, saldría otro…Cada uno de su padre y de su madre, pero la opinión, bien maquillada. ¡Ni que hubieran pasado también por el camerino!
Tampoco les voy a engañar, algo de verdad, también decían. Lo que viene siendo la aceituna al gin tonic.
 -Y, con tantas opiniones, ¿cómo sé cuál es objetiva? – pregunta la butaca vecina.
- Ahhhhhhhhh, ¡amigo! ¡Gran pregunta!
                                               Ninguna. (¡Gran respuesta!).-
 Toda opinión es subjetiva, aunque es susceptible de ser más o menos­ objetiva.
-Entonces, ¿nunca me forjaré una opinión objetiva?-
- Puedes enriquecerte con cada opinión, extraer lo que más veraz y acertado te parezca, pero más importante que la objetividad, es la opinión que te puedes formar. Y más aún que te la crees tú y no lo hagan los demás.-
Dejo el debate y medito. Si sirve para algo, que es que sí, es, entre otras cosas, para desarrollar la cultura democrática tan paupérrima que tenemos… Porque eso de un debate y gracias… En fin.
Miro las audiencias y –oh, sorpresa- enganchó a más de 22 millones de españolitos. Mucho es. La crisis, sin duda, será la culpable. Y vaya por dónde, algún efecto positivo va a tener si logra despertar el  interés de la platea.
Porque este debate lo olvidaremos, pero eso de escuchar, analizar y cuestionarnos qué nos parece, no puede ser más sano en estos tiempos de frenética información, de enferma desinformación.

                                   A.Moreno.

3 comentarios:

  1. Buen trabajo Ana. Me ha gustado ese toque de humor. ¡Sigue así!

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  2. Muy interesante, ameno y divertido. Una forma de ver la política desde otro punto de vista. ¡Ánimo y sigue adelante.

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  3. Muy bien el artículo, aunque luego,personalmente creo, que ninguno de los dos politicos del cara a cara, no tienen la solución a los problemas actuales de España.
    La solución tardará y no se si la resolverán los politicos.
    Sigue escribiendo.

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