martes, 3 de abril de 2012

EL PARO NO PARA

No para de subir. Oiga, que ya llevamos 8 meses consecutivos de subida. Batimos nuevo récord, más de 4,75 millones de desempleados y un paro juvenil por encima del 50%. Los 100 días de gobierno de Mariano Rajoy no modifican esta tendencia alcista. Se destruye empleo y no se contrata más. Aunque lo podamos achacar a la nueva reforma laboral, lo cierto es que sus efectos más o menos positivos/negativos no se podrán valorar hasta dentro de unos meses.

Aún así, la situación es para echarse a temblar. Para no levantarse de la cama, porque sólo de pensarlo, asusta. Pero, ¿alguien se puede hacer una idea de lo que son casi 5 millones de personas en paro? Cuántos jóvenes, cuántos sentimientos de frustración, de impotencia... Sin embargo, la resignación no puede anquilosar al país. 

El paro puede ser como una tormenta en la que no ves nada
El modelo no funciona, los sabemos. Es imperfecto, muy mejorable. ¿Cuál es la raíz del problema? La pirámide de valores. Es ahí donde debemos y podemos actuar. El beneficio no puede serlo todo para las empresas, ni para los gobiernos, ni para las personas. Y es que, precisamente, lo primero deben ser las personas. ¿Qué puedo yo aportar con mis acciones, mis productos, mis servicios a la sociedad para que sea mejor? 

Debemos replantearnos el sistema al completo, no sólo la economía o las políticas activas de empleo. ¿De qué vale mi trabajo si no creo en él, ni en la empresa, ni en el gobierno?, ¿Estaré dispuesto a aportar algo a una sociedad en la que no creo, que no me gusta?

El momento es ideal para reflexionar y cambiar. Ya están surgiendo iniciativas alternativas al sistema actual en diferentes ámbitos. Por eso, aunque te hayas quedado en paro, no tires la toalla. ¡Al contrario! Comienza a pensar... Seguro que tienes mucho que aportar. Si no te gusta lo que ves, empieza por cambiar. ¡PROTAGONISTAS DEL CAMBIO YA!

Puedo no tener trabajo, pero tengo mucho que ofrecer. ¡Empecemos por las cosas inmateriales: una sonrisa, una caricia, un abrazo, mi tiempo, mis energías! Ahora puedes disfrutar de tus hobbies, descubrir el placer de las pequeñas cosas. Puedes aprovechar para cuidarte un poco más: dormir, hacer deporte... Dedicar tiempo a las personas que quieres o a las que siempre has querido ayudar.

Pensar, reflexionar, reorientar tu vida, tu carrera. ¿Quién soy, qué hago, qué quiero hacer, qué puedo hacer, a qué quiero dedicar mis fuerzas? Puedes actualizarte y aumentar tus conocimientos en otras materias. Internet es un mundo lleno de posibilidades. Ahora que estás en paro, sabes que el trabajo no lo es todo. Hay un mundo de infinitas posibilidades ahí fuera. ¿Qué puedes ofrecer a esta sociedad para cambiarla?

Tienes conocimientos, ideas, ¿qué proyectos hay que me puedan interesar? Hay un mundo laboral más allá de infojobs, infoempleo, buscarempleo... ¡Descúbrelo!


...O una ocasión para crecer como persona
EL MUNDO PUEDE SER UN LUGAR MARAVILLOSO, ESTÉS O NO EN PARO.

No pierdas las esperanzas, la ilusión, la pasión por la vida y por aprender cosas nuevas. 

La crisis pasará. Entonces, mirarás atrás y recordarás este tiempo como... 
                                                                                                                            ¡Tú decides cómo!          

A.M.M.

2 comentarios:

  1. Me parece muy acertado todo lo que decis en relación a como estamos viviendo estos últimos tiempos tan convulsos en nuestra sociedad. Estoy de acuerdo contigo que tenemos que hacer un cambio y ser nosotros los protagonistas de esta cambio que hay que hacer en la sociedad. La crisis si que pasará pero si hay buevas alternativas será dificil que lleguemos de nuevo a momentos tan duros y difíciles en la sociedad. Gracias por tu tiempo que compartes con nosotros y tu buena comunicación. Ánimo y adelante. Un abrazo,

    Mª Carmen

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  2. Muchas gracias Mª Carmen por tu participación siempre activa en el blog. Lo cierto es que hace falta cambiar la mentalidad. Entre periodistas hay mucho paro, pero también entre jóvenes (y no tan jóvenes) y a veces se oyen más quejas y se ven más actitudes pasivas -incluso rozando lo depresivo- ante la situación, que activas y esperanzadas.
    Nadie dijo que fuera fácil, pero hay que recorrer el camino. Mejor elegir hacerlo con optimismo.

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