lunes, 23 de enero de 2012

LA ORQUESTA DEJÓ DE SONAR

10 días después de la tragedia del Costa Condordia, nuevos detalles revelan que la negligencia no se debió sólo a Schettino, el capitán "cobarde". Ya son 13 los fallecidos rescatados y las tareas de búsqueda continúan con escasas esperanzas.

¿La ficción supera a la realidad? A veces sí, pero en este caso,se trata de la cruda realidad. Ya se han rescatado a 13 cadáveres, pero Protección Civil apunta a que podría haber más desaparecidos no registrados; algo que la compañía rechaza. Mientras, continúa la búsqueda de 19 personas y de las 13 halladas, sólo 8 han sido identificadas. Las nacionalidades: francesa, italiana, húngara, española, peruana y alemana.

A pesar del desastre, sorprende que no haya más víctimas ya que en el Concordia viajan 4.200 personas. Su capitán llevaba 4 meses en el mar y estaba a una semana de acabar.

Entre las novedades del caso, destacan las declaraciones del capitán Schettino al juez de instrucción en las que asegura que el "saluto" era una maniobra conocida y solicitada por la compañía. Es más, según otras informaciones, las propias autoridades de los pueblos habrían mostrado su satisfacción ante este gesto. La de Giglio, dice Schettino, "la teníamos que realizar la semana anterior, pero no la hice por el mal tiempo. (...) Estaba dedicada al mêtre y al ex-comandante Mario Palombo". Palombo, interrogado el día anterior, reconoció que eran frecuentes en agosto como saludo a las localidades en fiestas y con fines turísticos, que, además, se publicaban dentro del programa. Pero, afirma, que en esta ocasión "no tenía sentido ya que Giglio estaba prácticamente vacío y con escasa luminaria". Preguntado por ello, Schettino reconoce que no había una razón comercial al hacerlo de noche.

¿Qué ocurrió realmente?, ¿quién era la mujer rubia que, según medios italianos, se llevó el ordenador portátil de Schettino?, ¿donde está y qué había en ese ordenador?, ¿por qué la compañía sólo reconoce haber pedido un 'saluto' al capitán, cuando eran habituales? Y una pregunta que golpea a cada tripulante, viajero, autoridades civiles, y familiares de las víctimas: ¿por qué no se actúo antes?

Las similitudes con el Titanic son irremediables: el caos en el desalojo, las muertes innecesarias, el barco destrozado,... Pero en esta historia, también dramática, hay una importante diferencia: el capitán nunca abandonó la nave, aquella que siguió sonando...

El juicio mediático ya se ha realizado. Schettino es culpable. Pero ahora debe ser la justicia quien determine las responsabilidades. (Los medios italianos han dado a conocer una nueva grabación en la que parece decir que él será el último en abandonar el barco). Además, habrá que analizar el sistema VDR, que registró los datos y comunicaciones del crucero. Asimismo, se deberá establecer la responsabilidad de la compañía que apoyaba estas maniobras peligrosas y prohibidas; y la de aquellos tripulantes que abandonaron la nave antes que los pasajeros.

Esta historia también tiene héroes, los que permanecieron a bordo y coordinaron el desalojo junto a los oficiales y los miembros de Protección Civil, que continúan buscando al margen del peligro.

Por los todavía desaparecidos, por las víctimas y sus familiares, por los heridos y pasajeros que nunca lo olvidarán y por los futuros cruceros, hace falta justicia y que cambien las normas no escritas para que esta tragedia no se repita jamás.

Ana Moreno Marín 

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