miércoles, 18 de enero de 2012

¿QUIÉN ES MÁS POBRE?

-Los vemos cada día al caminar por la ciudad o incluso en los bares. Desgraciadamente la crisis ha aumentado el número de personas pobres. Entre ellos, hay algunos que lo son desde hace mucho tiempo. Atreverse a entablar una relación con ellos no siempre es inmediato, pero nunca te deja indiferente-


Javier tiene unos ojos negros como el azabache, que resaltan entre una barba frondosa y un pelo algo enmarañado.  Le encanta furmarse unos cigarrillos puros. Pasaba cada mañana y le encontrada allí en esa esquina del Paseo Independencia, que apenas le protegía del cierzo. Llevaba un plumas grande y tenía siempre la mano hacia arriba, pero no abría la boca para pedir nada.


Un día me animé a hablarle y descubrí a una persona con un carácter espectacular. Siempre feliz y contento, con su mejor sonrisa preparada para mí. Al principio le ofrecía ropa, comida, pero poco a poco descubrí que lo que más le llenaba era esa conversación mañanera. ¡Siempre corta, porque iba tarde!


Y descubrí que aún no teniendo nada, estaba feliz. Hablaba con los vecinos del portal próximo a su esquina, con el repartidor de periódicos, con otros compañeros de la calle... Vive en un trastero que una persona le cedió. Allí colgó los dos posters que me pidió, del CAI y del Real Zaragoza, y una foto mía que aparecía en el periódico. Le encanta leer, ¡no sé cuántos libros le regalé! Y escuchar la radio.


Hace mucho tiempo que no lo veo, ya no trabajo allí y cuando paso por el Paseo no está. Si lo veis, no paséis de largo, perderéis la oportunidad de que os toque el corazón, a pesar del dolor por no poder cambiar su situación. Eso me mataba y me hizo, poco a poco, ir cambiando de camino. Pero, Javier tiene incluso más dignidad que nosotros y es mejor persona: él no habría dejado de pasar un día. Por eso, si le veís, decidle que le estoy buscando, que me perdone por tanto tiempo sin visitarle.


Prometo que te volveré a ver Javier. Muchas gracias por quererme.


Ana Moreno Marín

4 comentarios:

  1. Genial Ana. Javier es como un toque de atención en estos momentos que estamos viviendo y que a mi me hace decir "chapo" por saber llevar esta situcación tan dignamente.
    Gracias por tus artículos y adelante.
    Besos,

    Mª Carmen

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    1. Muchas gracias Mª Carmen. Tenía esta historia en el corazón desde hacía tiempo. Gracias por ser una incondicional! Un saludo,
      A.M.M.

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  2. Gracias, Ana, y perdona que no haya invertido antes unos minutos en tu blog. Ya sabes... Con esta nota no sólo combates el natural temor a acercarse a los mendigos de la calle, sino que además desvelas la riqueza que se esconde debajo de cualquier cáscara. Como te conozco, sé que no es mera ficción, así es que espero que encuentres a Javier.
    JR

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  3. Muchas gracias por tu comentario JR. Efectivamente, aunque últimamente ando jugando con la ficción, en este caso no lo es. Y sí, realmente atreverse es un reto cuando cada día nos encontramos a más personas pidiendo en la calle... Un saludo!!! Y bienvenido al blog ;)

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